Educación sentimental

      I.        Educación sentimental:

·         Que es el amor.

Amor deriva del latín amor, - oris y también de amori, por un lado, y caritas, por otro. Amare, del termino etrusco amino, “genio de amor”. El amor es lo mas importante de la vida, su principal guion lo expresaría de forma mas rotunda: “yo necesito a alguien para compartir mi existencia”. Algo frente a alguien.

En todas las definiciones hay algo que se repite como una constante: la tendencia hacia algo, que nos hace desear su compañía y su bien.

·         Usos de la palabra amor.

ü  Amor de amistad: el mejor regalo de la vida.

ü  Amor en las relaciones interpersonales: apego a lo que va ligado a nosotros.

ü  Amor a temas ideales: significado de inclinación.

ü  Actividades o formas de vida: forma preferente de instalación en la realidad.

ü  Amor entre dos personas: extender el yo hacia el tu.

·         Excursión  hacia el mundo afectivo.

La afectividad es una experiencia personal, es el modo como somos afectados interiormente por las circunstancias que se producen en nuestro alrededor.

·         ¿Me se encontrar a mi mismo?

El sentimiento es un estado subjetivo difuso que tiene siempre una carga positiva o negativa. Esto significa que no existen sentimientos neutros. Por tanto, la experiencia interna es siempre de aproximación o de rechazo.

·         Las cuatro vivencias afectivas más importantes

Emoción, pasión, alteración y motivación.

·         Clasificación de los sentimientos.

ü  Según Max scheler: sensoriales, vitales, psíquicos, espirituales.

ü  Pasajeros y permanentes.

ü  Superficiales y profundos.

ü  Simples y complejos.

ü  Motivados e inmotivados.

ü  Positivos y negativos.

ü  No éticos y patéticos.

ü  Activos y pasivos.

ü  Impulsivos y reflexivos.

ü  Orientativos y cognitivos.

ü  Predominio del pasado, presente y futuro.

ü  Fasicos y arrítmicos.

ü   Gobernables e ingobernables.

·         El modelo de la afectividad.

La afectividad consiste en una experiencia con respuestas físicas, psicológicas, conductuales, cognitivas y asertivas  que se caracterizan por un estado determinado de activación.

   II.          El amor inteligente:

·         Un nuevo tipo humano: el analfabeto sentimental.

Una persona que no sabe nada tanto en la teoría como en la práctica. Estamos frente a un hombre segmentado, incompleto, mal diseñado, solo esta preparado para su trabajo, pero bastante incapacitado para los sentimientos.

·         Que son los sentimientos.

Del mismo modo que educar a la persona no es decirle a todo que si; educar los sentimientos no cosiste solo en dirigir, proyectar, racionalizar. Hay que saber que cosas “se cuelan” hacia el interior de uno y son negativas, para poder luchar y echarlas a fuera.

·         En que consiste enamorarse.

Enamorarse es querer a alguien en exclusividad y pensar con ella u en ella para compartir el futuro.

·         Es fácil enamorarse y difícil mantenerse enamorado.

Si queremos que el amor ilumine de verdad nuestras vidas hay que lograr que permanezca atento, fino, generoso, siempre dispuesto a lo mejor.

 III.          Lo básico en el amor:

·         Sentirse atraído.

Una persona es atractiva para otra cuando despierta su interés y hace brotar en ella una especie de curiosidad y e inclinación.

·         La elección de la pareja: claves para realizarla de forma adecuada.

El verdadero punto de partida para la elección es tener un modelo con un estilo aproximado.

Cuando se elige pareja, hay que apostar por los valores interiores.

·         Avisos y cautelas sobre el enamoramiento.

Lo que hay que hacer es tener en el corazón un amor muy grande y luchar por alimentarlo, para que crezca y arrope en nuestras vidas.

·         Como mantenerse enamorado: La alquimia del amor.

El amor inteligente esta constituido por elementos afectivos, racionales y habilidades para practicar la comunicación. La alquimia del amor se basa en la entrega y donación a la persona amada.

·         El drama de la convivencia.

La convivencia debe de ser una escuela donde se ensayan forman y cultivan las principales virtudes humanas, elementos que configuran un trato delicado que contribuirá a la armonía de la convivencia.

La capacidad diaria para convivir es como un termómetro que registra la altura, anchura, la profundidad y la categoría del perfil de la personalidad de cada uno.

   IV.       Los principales errores acerca del amor:

·         Equivocarse en las expectativas.

ü  Divinizar el futuro.

ü  Hacer de la otra persona un absoluto.

ü  Pensar que es suficiente con estar enamorado.

ü  Creer que la vida conyugal no necesita ser aprendida.

ü  Ignorar que existen crisis de pareja.

ü  No conocerse a uno mismo antes que la pareja.

·         Divinizar el amor.

Elogiar en exceso el amor es un error. En el amor inteligente hay una visión inmediata y otra mediata, una próxima u otra lejana, una cerca y otra remota, en un caso la mirada se concentra en el aquí y ahora, y en el otro en el allí – allende.

·         Hacer de la otra persona un absoluto.

Es concebir a la otra persona como parte fundamental de la felicidad personal.

·         Pensar que es suficiente con estar enamorado.

El amor es como un fuego; hay que avivarlo día a día, si no se apaga. Hay que nutrirlo de detalles pequeños, en apariencia poco relevante, necesaria para la tarea de la vida diaria.

·         Creer que la vida conyugal no necesita ser aprendida.

Las expectativas demasiado idealistas ignoran la importancia de aspectos básicos como la comunicación bidireccional.

·         Ignorar que existen crisis de pareja.

Desconocer que a lo largo de cualquier relación conyugal, por estable y positiva que sea han de darse algunas crisis psicológicas, unas serán fisiológicas y normales y otras relativamente fisiológicas.

·         No conocerse a uno mismo antes que a la pareja.

Para estar con alguien es preciso estar primero con uno mismo.

Conocerse a uno mismo consiste en observar actitudes por un lado, limitaciones por otro y errores pequeños que es preciso corregir. Cuerpo y personalidad forman un binomio inseparable y decisivo.